Los casos y muertes de COVID-19 en Estados Unidos cayeron un 30% en la última semana y están disminuyendo en la mayoría de los países sudamericanos, pero las vacunas tardarán meses en tener un impacto en el virus, dijo el miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La directora de la OPS, Carissa Etienne, instó a los gobiernos y fabricantes a acelerar la entrega de vacunas a la región, donde un millón de personas se enfermaron y 34 mil murieron en los últimos siete días.

Hasta esta semana, 78 millones de personas han sido vacunadas en América, la gran mayoría de ellas en América del Norte y solo 13 millones en América Latina y el Caribe, dijo.

“Esto no es suficiente y no es aceptable”, dijo Etienne en una sesión informativa virtual desde Washington.

El sistema COVAX, dirigido por la ONU y la GAVI y que ofrece un rayo de esperanza para brindar acceso equitativo a las vacunas, entregará cientos de miles de dosis en las próximas semanas a los países inscritos en esa iniciativa, agregó.

La caída de casos en Américas ha sido impulsada, en gran medida, por las reducciones dramáticas en nuevas infecciones en Estados Unidos, como resultado de medidas de salud pública más estrictas y una mejor coordinación en el despliegue de la vacuna, dijo.

Un año después de que comenzó la pandemia, casi 50 millones de personas se han infectado con el virus en América, o aproximadamente toda la población de Colombia, según la OPS.

“Si bien los medios de comunicación informan de importantes caídas en los casos de COVID-19, quiero enfatizar en que ciertamente no estamos fuera de peligro”, dijo.