Indonesia intensificó este lunes las labores de rescate por el terremoto de magnitud 6.2 que azotó en la madrugada del viernes la isla de Célebes, en el centro del país, y que ha dejado al menos 81 muertos y más de 19 mil desplazados.

Las autoridades han desplegado más personal y han hecho un llamamiento a las organizaciones humanitarias y voluntarios para que ayuden en las zonas afectadas en la evacuación, búsqueda de supervivientes y asistencia a los afectados en circunstancias difíciles por las fuertes lluvias que han complicado las labores de rescate durante el fin de semana.

Según los últimos datos de la agencia de gestión de desastres (BNPB), que informó de que 575 voluntarios de diversas organizaciones se han registrado para ayudar, el número de fallecidos asciende a 81, mientras que el número de heridos supera los 800, centenares de ellos en estado grave.

El sismo, localizado a tan solo 18 kilómetros de profundidad, dejó un rastro de destrucción principalmente en las ciudades de Mamuju y Majene, situadas a unos 36 kilómetros al norte y a unos 60 kilómetros al sur del epicentro, respectivamente.

Los equipos de rescate sospechan que varias personas continúan atrapadas entre los escombros, especialmente en un hospital que se derrumbó con enfermos y familiares en su interior en Mamuju, donde se registraron 70 víctimas mortales.

El terremoto, que sorprendió mientras dormían a los habitantes de la isla durante la mañana del viernes, ha causado extensos daños en una decena de poblaciones de la zona.

El operativo de emergencia logró durante el fin de semana restablecer el suministro eléctrico y las comunicaciones en parte de la región y despejar las carreteras cortadas por corrimientos de tierra.

Indonesia se asienta sobre el llamado “Anillo de Fuego del Pacífico”, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos siete mil sismos, la mayoría moderados.