La nave Soyuz MS-15, con tres tripulantes de la Estación Espacial Internacional (EEI) a bordo, aterrizó con éxito este viernes en la estepa kazaja, y lo hizo entre estrictas medidas de seguridad sanitaria debido a la pandemia de coronavirus.

El aterrizaje de hoy concluye una misión de 205 días para Jessica Meir y Oleg Skrípochka, y una misión de 272 días para Andrew Morgan. ¡Bienvenidos a casa!

.La cápsula de descenso tocó Tierra a las 00:16 h de México (centro) al sureste de la ciudad kazaja de Zhezkazgán con el cosmonauta Oleg Skrípochka y los astronautas estadounidenses de la NASA, Andrew Morgan y Jessica Meir a bordo, según informó la agencia espacial rusa, Roscosmos

Debido a las limitaciones técnicas relacionadas con la situación epidemiológica, el descenso no fue mostrado en directo desde el lugar del aterrizaje como suele ser habitual.

En un día soleado en la estepa kazaja, la cápsula aterrizó algo más de tres horas después de haberse desacoplado de la EEI.

Ocho helicópteros Mi-8MTV5-1, aviones An-12 y An-26 y 19 unidades de equipamiento terrestre especial, incluidos cinco vehículos de búsqueda y rescate en tierra “Blue Bird” estaban implicados en asegurar el aterrizaje de la Soyuz MS-15, según las agencias rusas.

Estrictas medidas sanitarias por el coronavirus
La ceremonia de bienvenida fue más sobria que en otras ocasiones debido a las estrictas precauciones introducidas por el COVID-19.

Los contactos con el equipo quedaron reducidos al mínimo necesario y todos los equipos de búsqueda y rescate desplegados para recibir a los tripulantes fueron previamente sometidos a pruebas de coronavirus, según la agencia Interfax.

El primero en abandonar la cápsula, tal como lo establece el protocolo, fue Skrípochka, en su condición de comandante.

El equipo médico, provisto de guantes y mascarillas, le practicó un primer reconocimiento en su butaca, mientras que se les pidió a los demás integrantes del equipo de rescate que mantuvieran la distancia social necesaria por las medidas de precaución sanitarias.

Después, una sonriente Jessica Meir fue evacuada del módulo de descenso y recibida por los médicos de la NASA, en tanto que Morgan abandonó la cápsula en último lugar.

Como es habitual, Skrípochka efectuó una primera llamada a sus familiares, aún instalado en la butaca con su manta de Roscosmos, mientras que Morgan recibió una bebida y Meir se puso las gafas de sol para protegerse de la luz.

La tripulación abordó helicópteros rusos Mi-8 para llegar, tras un vuelo de 2 horas y 30 minutos, al centro de recuperación en Baikonur, Kazajistán, donde se separará.

Morgan y Meir viajarán entonces en un avión de la NASA a Houston, mientras que Skrípochka volverá a la base de entrenamiento en la Ciudad de las Estrellas, en las afueras de Moscú, donde será puesto bajo observación médica debido a la pandemia del coronavirus.