La Comisión Permanente del Congreso de la Unión recibió la iniciativa del Ejecutivo que busca eliminar el horario de verano, la cual fue turnada a la Cámara de Diputados para su análisis.

El proyecto señala que existen diversas inconformidades con relación a la aplicación del horario de verano e incluso se han presentado más de cuatro decenas de iniciativas en el Congreso de la Unión para modificarlo o abrogarlo.

Señala que, si bien desde 1996 el horario de verano ha contribuido al ahorro de energía, este no ha sido significativo (siempre por debajo del 1 por ciento), respecto al total del consumo anual.

Además, la iniciativa destaca que, después de más de tres décadas de aplicación, en todo el mundo se ha tenido que aceptar que el horario de verano produce afectaciones a la salud de las personas.

Y es que -entre otras cosas- se ha detectado que los menores sufren trastornos en la conciliación del sueño por la noche, lo que aumenta la presencia de somnolencia diurna, sobre todo durante las primeras semanas de adaptación al horario estacional.

La iniciativa señala que, además del impacto en el ahorro de energía y a la salud de las personas, el horario de verano tiene efectos en otros aspectos sociales y económicos, como la agricultura, la industria, el comercio y la seguridad pública.

Señala que algunos estudios destacan su impacto negativo en la posibilidad de que se incrementen los niveles delictivos, debido a la necesidad de salir del hogar en la oscuridad, sin el suficiente transporte y vigilancia.

Ante esta situación, la iniciativa presidencial plantea eliminar el horario de verano, aunque mantiene un horario estacional excepcional para los municipios de la frontera norte, dada la profunda integración laboral, social, cultural y económica con la zona colindante de los Estados Unidos.