Raúl Esquivel Carbajal mejor conocido como “El Jefe Vulcano”, recibió muestras de respeto y cariño en la estación central del Heroico Cuerpo de Bomberos, donde pasó sus últimos años como titular de la corporación, donde respondía a los llamados de la ciudadanía “vamos para allá”.

El martes 24 de mayo murió a sus 77 años de edad, luego de permanecer varios días hospitalizados y cuando todos daban por hecho que se encontraba en plena recuperación, le sobrevino la muerte.

El Jefe Vulcano prestó sus servicios a la corporación por casi medio siglo y estuvo al frente de esta de 2005 al 2018.

El contacto directo con la ciudadanía le valió mayor reconocimiento, porque no había perdona a la que no le respondiera que se tomaba nota de la emergencia y su frase célebre “vamos para allá”, explicó su hija Andrea.

Desde la Estación Central, coordinaba los diversos servicios a los que están acostumbrados los Bomberos como incendios de inmuebles, forestales, inundaciones, terremotos, búsquedas de personas en estructuras colapsadas, inundaciones, encharcamientos, así como percances vehiculares de cualquier magnitud.

Se ganó el respeto y el indicativo de “Jefe Vulcano” no solo por su aptitud de trabajar los 365 días del año, sino también por su actitud positiva que compartía con la corporación en las 15 estaciones de bomberos y 4 sub estaciones que el mismo impulso e hizo crecer.

Su plenitud como jefe de bomberos la tuvo en el sexenio del ex jefe de gobierno Marcelo Ebrard y los primeros años de la administración de Miguel Ángel Mancera.

Sin embargo, en el periodo mancerista comenzó el declive del mando de Raúl Esquivel y Mancera inclinó la balanza hacia el entonces líder del Sindicato de bomberos de la Ciudad de México, Ismael Figueroa.

El creciente papel de este dirigente sindical atrajo la atención del entonces jefe de gobierno, y el jefe Vulcano perdió liderazgo al grado en que el personal sindicalizado dejó de prestar atención al titular de la institución y ello generó la pronta salida del Jefe Esquivel de la corporación.

Hoy sus restos fueron motivo de un homenaje de cuerpo presente en el Heroico Cuerpo de Bomberos y posteriormente fue trasladado al panteón de Los Cipreses, en Naucalpan, Estado de México, donde descansará eternamente.