Morena en el Senado promoverá una iniciativa para obligar a supermercados, gasolineras, bares y restaurantes a regularizar el empleo, así como otorgar un salario y prestaciones a los llamados “cerillos”, despachadores de combustible y meseros.

La legisladora Soledad Luévano Cantú planteó que cuando menos, los dueños de los establecimientos deberán pagar un salario mínimo a sus empleados y brindar las prestaciones sociales que marca la Ley Federal del Trabajo (LFT); y en caso de no hacerlo, la autoridad deberá proceder a la clausura del negocio.

Se trata, dijo, de “evitar el abuso que cometen grandes cadenas comerciales de este país con adultos mayores, adolescentes y niños que trabajan de manera gratuita en sus establecimientos”.

Planteó reformar la legislación laboral para sancionar a los dueños de establecimientos que retienen las propinas que reciben sus trabajadores.

Empacadores de tiendas de autoservicio, meseros y despachadores de gasolina, agregó, son contratados sin salario ni prestaciones, “y al final del día sobreviven con las propinas que amablemente les otorgan los clientes de los establecimientos”.

Luévano Cantú consideró que todo trabajador debe recibir un salario base que no puede ser inferior al mínimo y en ninguna circunstancia se pueda pagar mediante comisiones, propinas, destajos u otro tipo de prestaciones, pues éstas únicamente deben utilizarse para aumentar el sueldo base, pero nunca para cubrirlo.

Cuando una persona física o moral contrate a un trabajador sin pagarle cuando menos un salario mínimo, advirtió, las autoridades laborales tienen que proceder a la clausura inmediata de los establecimientos y darán vista a las autoridades penales.

También propuso que los almacenes con más de 50 empleados contraten cuando menos a 10 por ciento del personal para el empaquetado de los productos y auxilio de clientes en las áreas de estacionamiento, preferentemente mayores de 55 años.