A seis meses de la gran inundación en Tula, Hidalgo, ocurrida el pasado 6 de septiembre, los daños en las viviendas aún son visibles.

Desde hace 50 años la familia Escamilla ha vivido en la colonia 16 de enero, en la ribera del río y después de la inundación sus pérdidas son incuantificables.

Asustados recuerdan el momento cuando el torrente de aguas negras arrasó con todo. Recorren una y otra vez los daños que les dejó el agua, bardas destruidas incluso perdieron sus vehículos.

“En media hora cubrió toda la planta baja, toda la planta baja. Había otra camioneta aquí afuera estacionada pues el agua la levantó y se la llevó la corriente, sí pero perdimos los baños, perdimos pues casi todo, todo, todo, todo”, destacó Arturo Escamilla Márquez, vecino de Tula.

“En esta casa hemos vivido más de 50 años, hemos pasado inundación tras inundación, pero está ocasión creo que fue la más trágica”, refirió María Teresita Escamilla Hernández, vecina de Tula.