Las divisiones demócratas están poniendo en peligro la agenda del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para invertir en infraestructuras, expandir los servicios sociales y abordar el cambio climático, mientras el Congreso planea votar el jueves para evitar una paralización del Gobierno.

El Congreso se dispone a aprobar nueva financiación gubernamental hasta el 3 de diciembre, mientras demócratas moderados y progresistas batallan por un gasto de billones de dólares para financiar la licencia familiar ampliada, la atención médica para los ancianos y la mejora de los apoyos para los niños.

Se espera que el Senado y la Cámara de Representantes -ambos bajo control demócrata- aprueben el proyecto de ley de financiación temporal antes de la medianoche del jueves, evitando un cierre parcial del gobierno similar al de fines de 2018 y principios de 2019, que duró 35 días.

El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, dijo que los miembros de su partido también apoyan esa legislación.

Mientras tanto, la Cámara tenía previsto votar un proyecto de ley de inversión en infraestructura de por 1 billón de dólares que fue aprobado por el Senado el mes pasado en una votación bipartidista. Desde entonces, los congresistas republicanos se han estado apartando del plan para negar una victoria a Biden.

Sin embargo, no está claro si la votación llegará a producirse. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se enfrentaba a una revuelta por parte de un influyente grupo de demócratas progresistas que exige retenerla hasta que se pacte un proyecto de inversión nacional más grande, por 3,5 billones de dólares.

Los moderados están presionando por un paquete más pequeño, y las negociaciones al respecto podrían extenderse durante semanas o más.

Además de mantener en funcionamiento las operaciones del gobierno, el proyecto de ley de gastos provisionales proporcionaría ayuda a las comunidades afectadas por huracanes, incendios forestales y otros desastres naturales. También se incluye dinero para ayudar a los refugiados afganos.

No obstante, hay otra batalla gestándose en el Congreso.

Sigue el pulso entre demócratas y republicanos sobre si dar autoridad adicional al Departamento del Tesoro para obtener préstamos más allá del límite actual de 28,4 billones de dólares. Si el Congreso no actúa, podría producirse un incumplimiento histórico de la deuda en torno al 18 de octubre, según indicó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.

Los republicanos no quieren participar en el aumento del límite de la deuda, afirmando que es un problema de los demócratas, que controlan el Congreso y la Casa Blanca.

La Cámara de Representantes aprobó el miércoles por la noche un proyecto de ley que suspende el límite de la deuda hasta diciembre de 2022. Se espera que los senadores republicanos lo bloqueen, posiblemente el jueves.