El servicio de internet de banda ancha inalámbrica quedó suspendido en Myanmar por orden del Ejército, señalaron proveedores locales, mientras los manifestantes seguían desafiando la amenaza de la violencia letal mostrando su oposición al golpe de Estado militar.

El Ministerio de Transporte y Comunicaciones dijo en una directiva que “todos los servicios de internet de banda ancha inalámbrica quedan temporalmente suspendidos hasta nuevo aviso”, señaló un comunicado publicado.

Tras semanas con cortes nocturnos en el acceso a internet, el Ejército cerró todas las conexiones excepto para los usuarios de cable de fibra óptica, una opción mucho más lenta.

El acceso a las redes móviles y a todas las conexiones inalámbricas, las opciones más baratas empleadas por la mayoría en los países en desarrollo, estaba bloqueado.

La empresa noruega de telecomunicaciones Telenor, uno de los principales operadores del país, confirmó que no podía ofrecer servicios inalámbricos.

El gobierno cerró todos los medios de comunicación a excepción de los controlados por los militares. Algunos de los que han sido prohibidos o suspendidos han seguido publicando a través de las redes sociales u otros métodos.

Por otra parte, el grupo de derechos humanos Human Rights Watch denunció en un reporte que el Ejército de Myanmar ha provocado la desaparición forzosa de cientos de personas, incluyendo políticos, funcionarios electorales, periodistas, activistas y manifestantes y se niega a confirmar su paradero o a permitir visitas de abogados o familiares violando el derecho internacional.

La crisis en la nación del sureste asiático se agravó drásticamente en la última semana, tanto por el número de inconformes asesinados como por la respuesta del ejército, que lanzó ataques aéreos contras las guerrillas de la minoría étnica karen en sus tierras en la frontera con Tailandia.

El enviado especial de Naciones Unidas para el país advirtió que el país podría sumirse en una guerra civil.

Esto supone un importante revés para Myanmar, que antes del golpe estaba haciendo lentos avances hacia una mayor democracia luego de varias décadas bajo un brutal gobierno militar.