Las autoridades sanitarias de Chile anunciaron que el presidente Sebastián Piñera deberá pagar una multa de 2 mil dólares (unos 40 mil pesos mexicanos) por pasear sin cubrebocas por la playa e incumplir los protocolos sanitarios hace dos semanas, un episodio que fue foco de numerosas críticas en el país.

La Secretaría Regional Ministerial de Salud de Valparaíso, a 100 kilómetros de la capital, anunció la sanción días después de que el mandatario se denunciara a sí mismo ante las autoridades y se disculpara públicamente en su cuenta de Instagram por un hecho que causó revuelo.

El pasado 5 de diciembre, se difundieron en redes sociales y en varios medios locales imágenes del mandatario tomándose fotografías con gente que lo reconocía mientras paseaba por la playa Zapallar, al noroeste de Santiago, sin portar cubrebocas ni respetar la distancia de seguridad.

La conducta de Piñera desató una ola de críticas en redes sociales por parte de numerosos internautas, llevó a un abogado particular a interponer una querella criminal contra el presidente y se ganó los reproches de varios parlamentarios.

Tras la polémica desatada, Piñera se disculpó en redes sociales. “Sin duda, debí haberme puesto cubrebocas, pero por la rapidez con que ocurrieron los hechos, no lo hice y fue un error. Lo lamento”, aseguró dos días después.

En noviembre, las autoridades sanitarias anunciaron las medidas para evitar la propagación de COVID-19 durante las vacaciones de verano, que comienzan en diciembre en el hemisferio sur, y entre las indicaciones destaca la prohibición de quitarse el cubrebocas en las playas a excepción del momento de baño.

Las penas por incumplir este tipo de protocolos y poner en riesgo la salud pública se penan en Chile con presidio menor en su grado mínimo o con una multa que puede oscilar entre 400 y 13 mil 600 dólares.

Chile, que suma más de 570 mil casos y 16 mil 51 muertes por SARS-CoV-2, ha registrado en la última semana un leve alza en el número de casos diarios pese a que la pandemia llevaba tres meses estabilizada con tasas de positividad por debajo del 5 por ciento y cifras de contagios y muertes que se mantenían sin grandes altibajos.

El aumento de casos ha sido más acusado en la Región Metropolitana, en la que viven 7 millones de habitantes y que alberga a la capital, donde las autoridades han decretado cuarentena los fines de semana y han impuesto un cordón sanitario.