La Cámara de Diputados aprobó reformas a diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, con las que se elimina el llamado “pacto de caballeros” que se presenta en el deporte profesional, principalmente en el futbol, y las remitió al Senado de la República.

La diputada Anita Sánchez Castro, de Morena, sostuvo que la reforma establece la prohibición a los patrones, de acordar o pactar con otros empresarios no contratar a determinado trabajador o un deportista profesional.

Con ello, explicó, se elimina el “pacto de caballeros”, que es una “práctica que se presenta en el mundo del futbol y en otros deportes profesionales, cuyo objetivo es proteger los intereses de los directivos y no perder la inversión que pudieron hacer en algunos jugadores, el cual se basa en un acuerdo informal entre jugador y el club”.

La también secretaria de la Comisión del Trabajo y Previsión Social apuntó que dicho acuerdo, que se generó en el futbol mexicano desde 2002 y en otros deportes profesionales, “es una práctica que violenta los derechos laborales de los jugadores profesionales”.

Comentó que la finalidad es armonizar la Ley Federal del Trabajo con el derecho humano fundamental contenido en el Artículo 5 de la Constitución, el cual establece que a ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siempre y cuando sean lícitos.

Sánchez Castro insistió en que dicho pacto “es una manera de boletinar a un trabajador”, lo cual atenta contra uno de los derechos humanos de los mexicanos e infringe la Ley Federal de Protección de Datos Personales en posesión de los particulares.

La legisladora mencionó que se prohíbe a los patrones acordar o pactar con otros iguales para no contratar a determinado trabajador, a efecto de que dicha prohibición sea clara y expresa para brindar certeza jurídica.

A su vez, la diputada María Rosete Sánchez, del Partido Encuentro Social (PES), afirmó que el objetivo principal es proteger los derechos laborales de los deportistas profesionales para poner un alto a los acuerdos o pactos que aún existen y que privaban del trabajo decente a los empleados, mientras que los patrones tendrán prohibido acordar con otros para no contratar a una persona.