Un atentado contra el vicepresidente afgano en Kabul Amrullah Saleh, del que escapó ileso, dejó al menos 10 muertos y 15 heridos, confirmaron las autoridades.

“Hoy una vez más el enemigo de Afganistán quiso lastimar al vicepresidente primero, Amrullah Saleh, pero fallaron en lograr sus objetivos, Amrullah Saleh resultó ileso y este ataque terrorista fracasó”, indicó la oficina del vicepresidente en un comunicado.

El ataque tuvo lugar a primera hora de la mañana en la plaza Taimani Sabiqa de la capital afgana

En un video publicado horas después del atentado, Amrullah Saleh se dirigió a la nación desde su oficina para asegurar que se encontraba a salvo, si bien se le vio con su mano izquierda cubierta con vendas debido a heridas leves.

“Queridos compatriotas, la mañana de hoy alrededor de las 7.00 am (2.30 GMT) cuando me dirigía a la oficina, en la zona de Taimani, una fuerte y estremecedora explosión tuvo lugar mientras pasaba mi convoy de vehículos”, explicó en el video.

El vicepresidente, que viajaba junto a su hijo menor, Ebadullah Jan, sufrió lesiones menores, quemaduras en la cara y una leve herida en la mano, dijo, producto de la onda por la explosión.

Sin embargo, “muchos de nuestros compatriotas sufrieron bajas y pérdidas económicas, es una calle estrecha (con tiendas de reparación de neumáticos a ambos lados de la calle). No sé la magnitud exacta de las pérdidas, pero pido disculpas a todos los que resultaron heridos o sufrieron pérdidas económicas en la zona debido al ataque”, lamentó.

Al menos dos explosivos fueron detonados en la zona al paso del convoy del vicepresidente, “como resultado, diez civiles, en su mayoría trabajadores en la zona, murieron”, y otros 15, entre ellos varios guardaespaldas de Amrullah Saleh resultaron heridos, detalló en un comunicado el portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian.

El portavoz, que culpó del atentado “al enemigo de Afganistán”, sin nombrar a un grupo específico, dijo que el número de víctimas no es definitivo y que podría aumentar en las próximas horas.

Las imágenes del lugar del atentado tras la explosión mostraron importantes daños en el área junto a fachadas destrozadas y partes de vehículos calcinados.

Aunque el ataque no ha sido reivindicado por ningún grupo armado en el país, los talibanes se desvincularon inmediatamente de la explosión.

“Los muyahidines del Emirato Islámico (como se hacen llamar los talibanes) no están relacionados con la explosión en Kabul”, indicó el principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, en Twitter.

Saleh, un exjefe de inteligencia, ha sobrevivido a otros atentados, incluido uno perpetrado en su oficina hace un año, durante la campaña electoral a la que se presentó con el presidente afgano, Ashraf Ghani, en el que murieron 24 personas.

Este atentado ocurre cuando se espera que muy pronto comiencen las conversaciones de paz intraafganas que pongan fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.