La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destacó que en el continente americano se observan “tendencias esperanzadoras” sobre la evolución de la pandemia, que en la última semana dejó 13.5 millones de contagiados y más de 469 mil muertos, y advirtió que la región registra “el mayor número de trabajadores de la salud infectados en el mundo”.

“Después de meses de propagación implacable, los casos se están estabilizando en Estados Unidos y Brasil”, afirmó en una conferencia de prensa virtual la directora de esa organización, Carissa Etienne , quien, sin embargo, advirtió que estos países continúan reportando la mayor cantidad de nuevos casos, lo que consideró “una clara señal de que la transmisión sigue activa”.

En un repaso de la situación en la región, Etienne destacó que en Centroamérica, con la excepción de Nicaragua y Costa Rica, se ha observado una caída de los casos de la COVID-19 durante la última semana, mientras que en Sudamérica también observan cambios a la baja, con países como Chile y Uruguay que “han logrado aplanar sus curvas”.

Sin embargo, la experta apuntó que la mayor parte del Caribe registra “un aumento del virus”, especialmente en las Bahamas, donde casi la mitad de los casos del virus “han sido reportados en las últimas dos semanas”.

“A pesar de estas tendencias esperanzadoras, el costo humano de esta pandemia sigue siendo inaceptablemente alto, con casi 4 mil muertes al día en nuestra región. La escala de esta pandemia no tiene precedentes”, puntualizó la representante de la OPS.

Personal de Salud, el más golpeado

En ese contexto, alertó que “ningún otro grupo” ha sentido con mayor intensidad la pandemia en América que el personal de Salud, con casi 570 mil trabajadores de la salud enfermos y más de 2 mil 500 muertos.

“Basándonos en estos datos, hasta la fecha tenemos el mayor número de trabajadores de la salud infectados en el mundo”, dijo la portavoz.

Etienne mencionó, por ejemplo, que en Estados Unidos y México, países que aseguró “tienen algunos de los recuentos de casos más altos del mundo”, el personal de salud representa “uno de cada siete casos”.

“Estados Unidos y México representan casi el 85 por ciento de todas las muertes por COVID-19 entre los trabajadores de la salud de nuestra región”, agregó la funcionaria, al puntualizar que las mujeres “se han visto afectadas de forma desproporcionada: casi tres cuartas partes de los trabajadores sanitarios diagnosticados en nuestra región con COVID-19 son mujeres”.

De allí que pidió que, en cuanto se tenga una vacuna efectiva, los trabajadores de la salud estén “en primera línea, junto con los que corren mayor riesgo” de contraer la enfermedad.