BBVA consideró que la economía de México “ya pisó fondo” en el segundo trimestre de 2020, con un desplome del 18.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y que a partir de ahora las caídas serán menores hasta cerrar el año con una contracción de cerca del 10 por ciento.

“Es la caída trimestral más fuerte que hayamos visto, pero era un número esperado”, expresó en una conferencia de prensa el economista jefe de BBVA México, Carlos Serrano, sobre las cifras preliminares del segundo trimestre difundidas este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Ante esta brusca caída económica, Serrano opinó que “la economía ya pisó fondo, lo peor fue en el mes de mayo y a partir de ahora tendremos menores caídas”.

El vicepresidente y director general del banco, Eduardo Osuna, aseguró que gracias a la reapertura de algunas industrias y negocios iniciada en junio se detectó una “reactivación del consumo” y pronosticó un “rebote económico en la segunda parte del año con más demanda de crédito de las empresas”.

Osuna reivindicó el papel de la banca para salir de la crisis gracias al “efecto multiplicador de la economía al canalizar recursos con la entrega de créditos” a las empresas.

“No volveremos a los niveles que teníamos antes de la crisis de salud pero sí veremos un repunte y tendremos un papel muy relevante en todos los sectores, industrias y geografías porque esta es la labor de un banco”, expresó.

El PIB de México se desplomó un 18.9 por ciento en el segundo trimestre de 2020 respecto al mismo periodo del año anterior, según cifras preliminares del Inegi, debido al cierre económico derivado de la pandemia de COVID-19.

De acuerdo con cifras desestacionalizadas (sin factores coyunturales por temporada), el PIB cayó 17.3 por ciento en comparación con el trimestre anterior.

El Grupo BBVA presentó este jueves sus resultados globales en los que el gran motor fue, una vez más, México, que aportó un 52 por ciento de las ganancias, 654 millones de euros (unos 770 millones de dólares), que se redujeron un 49 por ciento interanual por el deterioro de activos consecuencia de la pandemia.

La crisis del coronavirus SARS-CoV-2 se empezó a sentir con fuerza en marzo en México con la caída del turismo, las bolsas y la depreciación de su moneda, entre otros efectos; y a finales de ese mes se decretó la emergencia sanitaria y se suspendieron las actividades no esenciales de la economía hasta finales de mayo.

En junio comenzó una lenta reapertura de algunos sectores económicos en algunos estados, aunque la pandemia sigue avanzando con fuerza en el país, donde ya rebasó las 45 mil muertes por COVID-19 y contabiliza 408 mil 449 contagios confirmados.