El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, partió este jueves rumbo a México tras finalizar su visita oficial a Estados Unidos; se tiene previsto que haga una escala en Miami, Florida.

La visita del presidente López Obrador a Estados Unidos fue corta, pero llena de simbolismo.

La visita oficial dio inicio el miércoles 8 de julio con la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en los monumentos de Abraham Lincoln y Benito Juárez en la capital estadounidense.

El presidente de México evitó realizar declaraciones a la prensa y se limitó a presentar sus respetos en ambos monumentos y saludar a las decenas de mexicanos que se congregaron para verlo. Algunos a favor y otros tantos en contra.

Después de actividades privadas entre las que estuvo la prueba de COVID y un almuerzo mexicano, el mandatario se dirigió a la Casa Blanca, donde fue recibido por su homólogo estadounidense en el pórtico principal.

Después de los saludos protocolarios, la presentación de comitivas y la firma del libro de invitados, los dos presidentes sostuvieron un encuentro privado en el Despacho Oval.

Al término de éste, se celebró una segunda reunión entre ellos, sólo que esta vez con sus respectivas comitivas.

Al culminar las reuniones ambos ofrecieron un mensaje conjunto a los medios en el que se elogiaron mutuamente, en un primer encuentro cara a cara que ignoró las tensiones surgidas entre los dos países con la llegada al poder de Donald Trump.

“A nuestros países los une el comercio y el viaje, la historia y la cultura, la fe y la familia. Estados Unidos es el hogar de 36 millones ciudadanos mexicanoestadounidenses increíbles; los mexicanoestadounidenses elevan el nivel de nuestras comunidades y fortalecen nuestras iglesias y enriquecen cada rasgo de la vida nacional. Al trabajar al lado del presidente López Obrador, llevamos esta relación a nuevas alturas al crear una potente alianza en economía y seguridad. Juntos hemos abordado muchos de los asuntos más complejos que enfrentan nuestros dos países, que realmente no se resolvieron durante muchos años y, francamente, demasiado tiempo; se debieron resolver mucho antes de que yo llegara aquí”, dijo Donald Trump, presidente de Estados Unidos.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó:

“Presidente Trump, como en los mejores tiempos de nuestras relaciones políticas, durante mi mandato como presidente de México, en vez de agravios hacia mi persona y, lo que estimo más importante, hacia mi país, hemos recibido de usted, comprensión y respeto. Algunos pensaban que nuestras diferencias ideológicas habrían de llevarnos de manera inevitable al enfrentamiento. Afortunadamente, ese mal augurio no se cumplió y considero que hacia el futuro no habrá motivo ni necesidad de romper nuestras buenas relaciones políticas ni la amistad entre nuestros gobiernos. Presidente Trump, en mi país se desató un buen debate sobre la conveniencia de este viaje. Yo decidí venir porque ya lo expresé, es muy importante la puesta en marcha del Tratado, pero también quise estar aquí para agradecerle al pueblo de Estados Unidos, a su gobierno y a usted, presidente Trump, por ser cada vez más respetuosa con nuestros paisanos mexicanos. Pero lo que más aprecio, es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía”

Al terminar el mensaje, ambos presidentes, firmaron una declaración conjunta para celebrar la entrada en vigor del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, mejor conocido como T-MEC.

Por la tarde y antes de concluir la agenda de trabajo con una cena de gala que ofreció Trump al presidente López Obrador y a su comitiva, así como a un grupo de empresarios de los dos países, ambos líderes, ofrecieron un segundo discurso en el que abordaron el tema del tratado y volvieron a destacar su buena relación, pese a los que no desean verlos juntos.

Como es costumbre, los mandatarios intercambiaron regalos. El presidente López Obrador entregó a Trump un bat de beisbol hecho por los huicholes, y Trump le obsequió otro bat rojo, edición especial Louisville, dedicado y firmado por él.